sábado, 30 de mayo de 2020

Ponencia del escritor Gonzalo Moure y mercadillo solidario con el pueblo saharaui


Charla  sobre  el proyecto Bubisher a cargo del escritor Gonzalo Moure
El jueves 20 de noviembre de 2019 nos visitó el escritor Gonzalo Moure para hablarnos del proyecto Bubisher aprovechando que habíamos leído su libro El beso de El Sáhara, inspirado en sus variadas visitas a los diferentes campamentos de refugiados saharauis.
El propio autor afirmó que los libros no surgen solamente de la imaginación, sino que tienen mucho de las experiencias vitales, y, sobre todo, de aquellas que más nos marcan, como a él le sucedió con sus visitas a los campamentos saharauis. Pero, además, los libros vuelven a la vida en cada lectura y pueden ayudar a cambiar las cosas, por eso escribió varios libros sobre este tema, que a través del proyecto bubisher ha permitido la construcción de varias bibliotecas en los diferentes asientos, así como la compra de varias camionetas que se mueven de campamento en campamento para prestar libros a los niños.
Nos confesó que el proyecto surgió a partir de una sugerencia de un niño gallego en una charla como la de hoy, al preguntarle por qué los niños saharauis no tenían libros. Entonces se le ocurrió la creación de este proyecto para llevarles la cultura y, así, pudiesen estudiar.
El proyecto Bubisher
Tiene como objetivo la recaudación de dinero mediante la organización de mercadillos donde los alumnos de los centros que visita para hablar de sus libros donan libros para venderlos y, con lo recaudado, sufragar los gastos de la construcción de bibliotecas y la adquisición de bibliobús –camiones o furgonetas- que funcionen como bibliotecas móviles. Además, las bibliotecas favorecen el contacto entre los jóvenes y, en algunos casos surge el amor entre algunos.
Existía un importante inconveniente: el excesivo calor, se pueden alcanzar los 50 grados, pero con el dinero recaudado en los mercadillos y las donaciones de las familias que acogen a niños saharauis durante el verano, se ha podido instalar aire acondicionado en las bibliotecas para que los niños y niñas puedan leer a gusto.
Junto a la lectura el otro gran pasatiempo de los niños saharauis es el fútbol, a pesar de que tengan que jugar descalzos y es un motivo de conversación ya que, una vez terminado el partido se sientan y conversan relajadamente sobre lo acaecido durante el partido. A esto se añade que a los chicos les gusta mucho leer libros cuya temática gira en torno al fútbol.
La charla, la conversación es un elemento esencial para los saharauis, la jaima es un espacio de convivencia, un lugar acogedor, lleno de alfombras, cojines, y en torno a una taza de té se convierte en un lugar mágico donde se cuentan historias.
El pueblo saharaui vive en la hamara, el desierto, parte situado en terreno argelino y parte en terreno marroquí. Los que pudieron huir del acoso marroquí se instalaron en terreno argelino, pero otros quedaron aislados en terreno marroquí por el muro de El Sahara que tiene extensión de 2700 km. Esto provocó la división y el aislamiento de familias. Para evitar que un bombardeo acabase con toda la población han creado cinco asentamientos. Todos estos asentamientos están formados por jaimas, la casa tradicional, construida con piel de camello y  cabra. Su construcción es laboriosa y se tarda alrededor de un año en terminarla. Por eso, ahora viven en tiendas de campaña. Alrededor de estas se construyen cuartos de adobe muy simples, con colchones en el suelo para reunirse o es utilizado por los chicos o chicas para bailar o charlar. En el centro se crea un espacio de arena donde los niños pequeños juegan. Destaca que las jaimas están abiertas a otras jaimas, lo que permite a muchos niños convivir. De hecho, hay un dicho saharui que dice que “duermes donde te coge la noche y comes donde te coge el hambre”.
Por lo tanto, la hospitalidad es uno de los rasgos más destacados de este pueblo, y este comportamiento se debe a que esperan de los demás un trato recíproco. Respecto a la lengua que hablan, utilizan un dialecto oral del árabe, llamado hasanía, mientras que para la escritura y el estudio lo hacen en árabe clásico. El español es la segunda lengua.
La mayoría creen en Dios, rezan cinco veces al día, pero no son tan practicantes, rezan íntimamente, no en grupos. Y muchas veces, con sus rezos lo que hacen es agradecer a la naturaleza que les proporcione alimento a sus animales, principal sustento alimenticio del pueblo.
Ya llevan cuarenta años viviendo como refugiados. España, cuando abandonó esta zona permitió que Marruecos ocupará ese territorio y, posteriormente, derrotaron al pueblo saharaui. El problema, en lugar de solucionarse, se ha ido enquistando; el gran problema es que no se ha permitido la realización de un referéndum sobre su independencia y la situación continua igual.
A pesar de todas las carencias y necesidades: la electricidad está empezando a llegar ahora a los asentamientos gracias al uso de placas solares, o el agua, bien escaso, que les llega a través de camiones cisterna que llenan los depósitos de agua allí instalados, el amor lo palia todo, los saharauis aman su país y se ve muy bien en los niños que vienen a España, acogidos por familias que colaboran con las diferentes ONGs. A pesar de las mejores condiciones de vida que encuentran en nuestro país, siempre quieren regresar a su pueblo, y es que para ellos es mucho más importante el contacto, la relación, la complicidad con los demás que cualquier bien material.
Si bien la mayoría de los saharuis viven en los campamentos -160000- en su propia haima, hay unos 20000 nómadas que se van moviendo por el desierto.
Llama la atención que la mujer saharaui tenga más libertad que las mujeres españolas. No existen las bodas por compromiso, las chicas se casan libremente. La edad media a la que se casan las mujeres es los veinticinco años y pueden repudiar a su marido y, dado este caso, el marido debe abandonar el hogar con lo puesto. Esto ha ayudado a que no haya violencia doméstica. En cambio, la homosexualidad no está bien vista, a pesar de que existan homosexuales.
Finalmente, hay que destacar que viven de la ayuda humanitaria proporcionada por la ONU, así como de la de las familias de acogida que les envían dinero, alimentos y ropa.




MERCADILLO SOLIDARIO



El IES de Candás y la Biblioteca Pública de Candás han participado el sábado 13 de febrero en un mercado solidario de venta de libros. Los fondos recaudados serán donados al proyecto de colaboración Bubisher con el fin de ayudar a la población de los campamentos de refugiados saharauis en la adquisición de bibliobuses.


“En el desierto, el bubisher es un pájaro que trae la buena suerte. En los campamentos de refugiados saharauis, el bubisher es también una red de bibliotecas y bibliobuses abiertos a toda la sociedad saharaui. Cuenta con tres bibliotecas y otros tantos bibliobuses que trotan por la inhóspita hamada, generando allí donde van un oasis de cultura”.


PROYECTO BUBISHER

El “bubisher” es un pequeño pájaro del desierto, cuya llegada anuncia las buenas noticias. Este pájaro, que soporta las altas temperaturas de la Hamada, tiene una larga tradición oral en el acervo del pueblo saharaui.

El Proyecto Bubisher es una red de bibliotecas y bibliobuses que se dirige a la población de los campamentos de refugiados saharauis (en los alrededores de Tinduf-Argelia), situados en la parte más inhóspita del desierto del Sáhara.

Desde 1975, los saharauis han defendido el español como un rasgo distintivo de su identidad nacional, y es su segunda lengua oficial después del hassanía.

El proyecto nació del deseo y la necesidad de reforzar y recuperar la enseñanza del español y para ello se centra en los siguientes objetivos: llevar libros a los niños y a adultos, fomentar la lectura en las escuelas, crear clubes de lectura, colaborar con los maestros en las escuelas y formar monitores capaces de transmitir a la población joven el deseo de aprender.

La idea es proporcionar acceso a la cultura y al conocimiento a un pueblo abandonado por la comunidad internacional. Se potencia la interculturalidad, así como su patrimonio cultural sobre la base del español como lengua común.

Como parte de esta colaboración, el escritor Gonzalo Moure, miembro de Bubisher, dio una charla a los alumnos de 1º y 2º de la ESO del IES Candás.





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