Charla-coloquio
Realidad de la juventud guatemalteca,
proyecto educativo laboral puente Belice
Ø Objetivos de la asociación
La asociación Seronda
es una ONG que desde el 2004 desarrolla un proyecto educativo en uno de los
barrios más desfavorecidos de Guatemala para ayudar a los niños en claro
peligro de exclusión social y en riesgo de pobreza. El viernes 11 de noviembre
seis de estos jóvenes acudieron a nuestro IES para contarnos la forma de vida
en ese barrio y el funcionamiento del proyecto educativo puesto en marcha por
esta asociación.
El proyecto combina
tanto la formación académica como laboral de los jóvenes para que así puedan
pagarse sus estudios y ayudar a sus familias que cuentan con pocos recursos
económicos. La finalidad es apartar a los jóvenes del clima de violencia
–existencia de pandillas- y permitirles continuar sus estudios hasta llegar a
la universidad.
Ø Campaña de sensibilización en
Asturias
Para sensibilizar a la
juventud asturiana imparten charlas-coloquio por diferentes institutos de la región.
Destaca el hecho que entre los miembros de esta asociación hay alumnos que
estudiaron en nuestro centro, algo de agradecer en los tiempos actuales donde
el capitalismo feroz invita más a la competitividad feroz que a la ayuda de
manera altruista a los demás. Por lo tanto, queremos manifestar nuestra
admiración por estos jóvenes.
Ø La realidad de los jóvenes
guatemaltecos de las zonas marginales
La charla la inician
con una bonita canción para motivarnos a escuchar activamente y participar en
la misma. Nos recuerdan el cuento de los tres cerditos, concretamente los
materiales con los que habían construido sus casas, ya que se corresponden con
el tipo de viviendas que habitan estos jóvenes guatemaltecos; así sus casas
están hechas con latón, un poco de madera y un poco de ladrillo. Son viviendas
precarias en las que se filtra el agua cuando llueve; como están pegadas a un
monte cuando hay deslizamientos de tierra, pueden venirse abajo; además, sobre
esta colonia pasa un puente y a veces caen mercancías, o incluso vehículos
sobre el lugar.
A esto hay que añadir
que en Guatemala la sociedad está muy estratificada, con tres clases claramente
diferenciadas: alta, media y baja, esta última a su vez se divide en una clase
baja pobre y otra que vive en la pobreza extrema. Estos últimos constituyen las
llamadas “zonas rojas marginales”, ya que solo por el hecho de pertenecer a
esta clase se les veta el acceso a la comunicación y al trabajo.
Ø Las pandillas: el gran peligro para
los jóvenes guatemaltecos
Esta exclusión ha
provocado la aparición de pandillas delictivas, llamadas mara. Estos grupos
mediante la violencia y el miedo (amenazan a los jóvenes de 13, 14 años con
matarles a ellos o a uno de sus familiares, violar a una de sus hermanas, etc.)
captan a estos chicos que ven así truncado su futuro y se ven condenados a una
vida delictiva. Sin embargo, existe un grupo de jóvenes que no quiere formar
parte de estas pandillas y es aquí donde radica la importancia de este proyecto
educativo ya que les ofrece la posibilidad de estudiar y trabajar para labrarse
un futuro.
Nos ofrecen un dato
escalofriante sobre el sistema educativo guatemalteco: de cada 100 niños, solo
84 realizan los estudios primarios –dieciséis no pueden estudiar porque deben
trabajar o cuidar a sus hermanos más pequeños-; solo 60 cursan la enseñanza
secundaria, aquí algunos ya abandonan los estudios porque han sido captados por
las maras; y, así, se va reduciendo el número hasta llegar a los estudios
universitarios.
Ø El día a día de un joven
guatemalteco en un barrio marginal
Estos jóvenes bien en
casas muy pequeñas, en las que, además, viven como mínimo cinco personas.
Cuando llueve se filtra el agua, si hay un temblor de la tierra o corrimientos
de tierra en el monte cercano puede derribar las casas, deben soportar los
olores que produce el río contaminado que pasa junto al barrio. Esto empuja a
los jóvenes a hacer su vida en la calle. A esto se añade que sus familias
carecen de recursos económicos, llegando incluso a pasar hambre. Muchos, por lo
tanto, no pueden estudiar, ya que sus familias no tienen dinero para pagarles
los estudios. Y esto se agrava en el caso de las niñas, ya que el machismo
imperante, es un obstáculo más para que las niñas puedan acceder a la
enseñanza.
La consecuencia de lo
anterior es que muchos jóvenes se unen a las pandillas, estas buscan jóvenes
inteligentes para realiza sus actividades delictivas. Los atraen con el
argumento de que los van a apoyar y cuidar y, también, mediante la extorsión
(amenazas contra ellos o sus familiares). Además estas pandillas cobran a los
jóvenes el llamado impuesto para poder pagarse las drogas, las armas y las
bebidas alcohólicas.
Ø El proyecto educativo laboral
Puente Belice
Algunos jóvenes se
oponen a entrar en las pandillas, pero esto supone poner en peligro sus vidas.
Con estos jóvenes son con los que trabaja la asociación y se les incorpora al
proyecto educativo. Este ofrece una alternativa a estos jóvenes, y busca, a
través de la educación, cambiar la realidad.
El proyecto educativo
cubre cuatro áreas: La primera es la formación académica. La segunda consiste
en encontrarles un trabajo en una empresa a media jornada para que puedan
pagarse los estudios y ayudar a sus familias. La tercera es la formación en
valores, ayudarles a desarrollar su autoestima para que valoren su propia vida
y la de los demás y, así, poder cambiar la situación de su país. La cuarta,
ayudar a su colonia, dando clases de refuerzo a los niños más pequeños de sus
barrios.
Ø La situación se complica cuando
además sé es mujer
Las mujeres, además de
todas las adversidades anteriores, se añade otra más: el machismo de la
sociedad. Se considera que el papel de la mujer es el de quedarse en casa,
casarse, tener hijos y cuidarlos, negándoles, así, el derecho a estudiar y a
trabajar. Esta idea está muy arraigada, incluso entre sus familiares, por lo
que deben enfrentarse a sus propios familiares para poder tener un futuro.
Ø El día a día de un joven integrante
del proyecto
Los niños que quieren
estudiar ingresan en el proyecto. Además de estudios, se les busca un trabajo a
media jornada para pagarse los estudios y ayudar económicamente a sus familias.
Así una chica nos cuenta que por la mañana trabaja en una emisora de radio y
por la tarde estudia. Esto le ha permitido cumplir sus sueños y tener una
expectativa de futuro, que de otra manera habría sido imposible, ya que estaría
condenada a quedarse en su casa cuidando a sus hijos.
Ø Conclusiones
Estos relatos sirven
para concienciar a nuestros jóvenes de la suerte de haber nacido en un país que
les permite cumplir sus sueños mediante el trabajo y el esfuerzo. Y, además,
deberían valorar la suerte que significa poder estudiar en unas condiciones muy
buenas: apoyo familiar, recursos económicos… Así, quizás, cuando algún joven
asturiano piense en la posibilidad de dejar de estudiar, compare su situación
con la de estos jóvenes guatemaltecos y se dé cuenta del grave error que va a
cometer, ya que está comprometiendo su futuro.
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