sábado, 30 de mayo de 2020

Charla coloquio asociación Seronda. Proyecto educativo laboral puente Belice


Charla-coloquio Realidad de la juventud guatemalteca, proyecto educativo laboral puente Belice

Ø  Objetivos de la asociación
La asociación Seronda es una ONG que desde el 2004 desarrolla un proyecto educativo en uno de los barrios más desfavorecidos de Guatemala para ayudar a los niños en claro peligro de exclusión social y en riesgo de pobreza. El viernes 11 de noviembre seis de estos jóvenes acudieron a nuestro IES para contarnos la forma de vida en ese barrio y el funcionamiento del proyecto educativo puesto en marcha por esta asociación.
El proyecto combina tanto la formación académica como laboral de los jóvenes para que así puedan pagarse sus estudios y ayudar a sus familias que cuentan con pocos recursos económicos. La finalidad es apartar a los jóvenes del clima de violencia –existencia de pandillas- y permitirles continuar sus estudios hasta llegar a la universidad.

Ø  Campaña de sensibilización en Asturias
Para sensibilizar a la juventud asturiana imparten charlas-coloquio por diferentes institutos de la región. Destaca el hecho que entre los miembros de esta asociación hay alumnos que estudiaron en nuestro centro, algo de agradecer en los tiempos actuales donde el capitalismo feroz invita más a la competitividad feroz que a la ayuda de manera altruista a los demás. Por lo tanto, queremos manifestar nuestra admiración por estos jóvenes.

Ø  La realidad de los jóvenes guatemaltecos de las zonas marginales
La charla la inician con una bonita canción para motivarnos a escuchar activamente y participar en la misma. Nos recuerdan el cuento de los tres cerditos, concretamente los materiales con los que habían construido sus casas, ya que se corresponden con el tipo de viviendas que habitan estos jóvenes guatemaltecos; así sus casas están hechas con latón, un poco de madera y un poco de ladrillo. Son viviendas precarias en las que se filtra el agua cuando llueve; como están pegadas a un monte cuando hay deslizamientos de tierra, pueden venirse abajo; además, sobre esta colonia pasa un puente y a veces caen mercancías, o incluso vehículos sobre el lugar.
A esto hay que añadir que en Guatemala la sociedad está muy estratificada, con tres clases claramente diferenciadas: alta, media y baja, esta última a su vez se divide en una clase baja pobre y otra que vive en la pobreza extrema. Estos últimos constituyen las llamadas “zonas rojas marginales”, ya que solo por el hecho de pertenecer a esta clase se les veta el acceso a la comunicación y al trabajo.

Ø  Las pandillas: el gran peligro para los jóvenes guatemaltecos
Esta exclusión ha provocado la aparición de pandillas delictivas, llamadas mara. Estos grupos mediante la violencia y el miedo (amenazan a los jóvenes de 13, 14 años con matarles a ellos o a uno de sus familiares, violar a una de sus hermanas, etc.) captan a estos chicos que ven así truncado su futuro y se ven condenados a una vida delictiva. Sin embargo, existe un grupo de jóvenes que no quiere formar parte de estas pandillas y es aquí donde radica la importancia de este proyecto educativo ya que les ofrece la posibilidad de estudiar y trabajar para labrarse un futuro.
Nos ofrecen un dato escalofriante sobre el sistema educativo guatemalteco: de cada 100 niños, solo 84 realizan los estudios primarios –dieciséis no pueden estudiar porque deben trabajar o cuidar a sus hermanos más pequeños-; solo 60 cursan la enseñanza secundaria, aquí algunos ya abandonan los estudios porque han sido captados por las maras; y, así, se va reduciendo el número hasta llegar a los estudios universitarios.

Ø  El día a día de un joven guatemalteco en un barrio marginal
Estos jóvenes bien en casas muy pequeñas, en las que, además, viven como mínimo cinco personas. Cuando llueve se filtra el agua, si hay un temblor de la tierra o corrimientos de tierra en el monte cercano puede derribar las casas, deben soportar los olores que produce el río contaminado que pasa junto al barrio. Esto empuja a los jóvenes a hacer su vida en la calle. A esto se añade que sus familias carecen de recursos económicos, llegando incluso a pasar hambre. Muchos, por lo tanto, no pueden estudiar, ya que sus familias no tienen dinero para pagarles los estudios. Y esto se agrava en el caso de las niñas, ya que el machismo imperante, es un obstáculo más para que las niñas puedan acceder a la enseñanza.
La consecuencia de lo anterior es que muchos jóvenes se unen a las pandillas, estas buscan jóvenes inteligentes para realiza sus actividades delictivas. Los atraen con el argumento de que los van a apoyar y cuidar y, también, mediante la extorsión (amenazas contra ellos o sus familiares). Además estas pandillas cobran a los jóvenes el llamado impuesto para poder pagarse las drogas, las armas y las bebidas alcohólicas.

Ø  El proyecto educativo laboral Puente Belice
Algunos jóvenes se oponen a entrar en las pandillas, pero esto supone poner en peligro sus vidas. Con estos jóvenes son con los que trabaja la asociación y se les incorpora al proyecto educativo. Este ofrece una alternativa a estos jóvenes, y busca, a través de la educación, cambiar la realidad.
El proyecto educativo cubre cuatro áreas: La primera es la formación académica. La segunda consiste en encontrarles un trabajo en una empresa a media jornada para que puedan pagarse los estudios y ayudar a sus familias. La tercera es la formación en valores, ayudarles a desarrollar su autoestima para que valoren su propia vida y la de los demás y, así, poder cambiar la situación de su país. La cuarta, ayudar a su colonia, dando clases de refuerzo a los niños más pequeños de sus barrios.

Ø  La situación se complica cuando además sé es mujer
Las mujeres, además de todas las adversidades anteriores, se añade otra más: el machismo de la sociedad. Se considera que el papel de la mujer es el de quedarse en casa, casarse, tener hijos y cuidarlos, negándoles, así, el derecho a estudiar y a trabajar. Esta idea está muy arraigada, incluso entre sus familiares, por lo que deben enfrentarse a sus propios familiares para poder tener un futuro.

Ø  El día a día de un joven integrante del proyecto
Los niños que quieren estudiar ingresan en el proyecto. Además de estudios, se les busca un trabajo a media jornada para pagarse los estudios y ayudar económicamente a sus familias. Así una chica nos cuenta que por la mañana trabaja en una emisora de radio y por la tarde estudia. Esto le ha permitido cumplir sus sueños y tener una expectativa de futuro, que de otra manera habría sido imposible, ya que estaría condenada a quedarse en su casa cuidando a sus hijos.
Ø  Conclusiones

Estos relatos sirven para concienciar a nuestros jóvenes de la suerte de haber nacido en un país que les permite cumplir sus sueños mediante el trabajo y el esfuerzo. Y, además, deberían valorar la suerte que significa poder estudiar en unas condiciones muy buenas: apoyo familiar, recursos económicos… Así, quizás, cuando algún joven asturiano piense en la posibilidad de dejar de estudiar, compare su situación con la de estos jóvenes guatemaltecos y se dé cuenta del grave error que va a cometer, ya que está comprometiendo su futuro.






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